miércoles, 16 de diciembre de 2009

Angel del pasado

Hoy me levanté tarde, y después de haber comido e intentar trabajar. Me di cuenta que no tenía ni puta gana de esas cosas. Fueron ataques compulsivos, culpa del sueño y la culpa, valga la redundancia.
Luego agarré la guitarra y quería cantar un tema, alguno en particular y me paseé por unos cuantos hasta que di con un tema de Ignacio Copani. Ángel del pasado.

Puteando por las moscas que no dejan de bailotear cerca de mi monitor, leo la letra de dicho tema y recuerdo un fragmento de una charla que tuve ayer con una reciente conocida.

La charla tenia un rumbo y un inicio bastante diferente y también una temática distinta de aquella canción que propulso el recuerdo. Sin embargo una conexión, que también es en alguna medida una conclusión, surgió.

“Ellos ganaron” pensé.

No sé muy bien como decir cuales fueron las rutas que me llevaron a esa conclusión. Porque a pesar que parezca una afirmación, dentro mío es una duda, o una pregunta, como mucho, en un ataque de firmeza, se convierte en una intuición.
Ellos ganaron.

“Ángel del pasado” habla de muchas incoherencias sociales, y de como los discursos acerca de las discusiones políticas giraron el norte de lo que se habla y que es lo que queda en primer plano o que supuestamente debiera de ser olvidado o atribuido a peleas anacrónicas.

La charla con mi conocida fue acerca del uso de la marihuana y de la despenalización del aborto. Sobre la diferencia entre legalizar y despenalizar. En que situaciones, bajo que circunstancias. Que si bien son temas que poseen sus bemoles y sostenidos, el conflicto político que se plantea, puede ser similar.

Y luego vuelvo a pensar. Ellos Ganaron.
Sin estar tampoco seguro de quienes son ellos.

Aborto, Marihuana, Casamiento Gay, Libertad sexual, Discriminación y otros muchos temas ya son tratados, puestos en la discusión pública y política, concertados como problemáticas modernas. Canciones, películas, programas de tele y radio, libros, etc. hablan de ellos.

Quiero aclarar, para que el comentario siguiente no se confunda con un comentario conservador, retrogrado o fascista en ningún grado, que todo tiene sus matices, que cada tema posee sutilezas dignas de discusión y que aún así yo apoyo, entiendo y quiero que muchos de los postulados de esas temáticas se lleven a la practica legal y cotidiana de manera más expresa y libre de censura.

Y sin embargo tengo de nuevo la sensación, que la mayoría de esos temas son problemáticas que ganan el espacio público y mediático del discurso, no por la manera en que afecta a los sectores más empobrecidos y postergados de la sociedad, sino por la cercanía con aquellos sectores que tienen y constituyen en su mayoría a los parlamentos, y a los principales medios de comunicación.

Para decirlo de otra manera. Estos reclamos y estas discusiones son difundidos y proclamados y enfrentados bajo los estandartes que afectan principalmente a las clases medias y altas de una sociedad.
Y cuando no, quizás sean problemáticas que solo interesan a esas clases.

Por eso también, creo que las manifestaciones artísticas las adoptan en mayor medida como temáticas predilectas.

Y en lo particular encuentro positivo que gane espacio artístico y de discusión publica un reclamo como por ejemplo el de la legalización del cannabis.

El problema, es que lamentablemente está yendo en desmedro del espacio y tiempo de charla sobre las causas de la pobreza, de las injusticias de los sectores postergados, de lo paupérrimo de los sueldos, de las condiciones insalubres de trabajo, de la atención sanitaria en destrucción o la educación aplastada, del terrible aumento del consumismo, y de la destrucción del ecosistema y el avasallamiento sobre los pueblos originarios, o las horribles verdades del abuso infantil o la violencia de género de las que nadie quiere hablar.

Me cuesta ponerme a cantar que legalicen la marihuana. Aunque quiero que la despenalicen y juro que hablo más de eso y conozco más de eso que de la situación de la minería en Catamarca (que debe ser terrible).

Y una vez más pienso: Ellos Ganaron.
Los discursos están instalados, las justificaciones a veces también.

¿Y que hacemos con lo olvidado?
¿Y conlo anacrónico tan presente a la vuelta de la esquina o en la propia familia?
¿Y aquello de lo que molesta pensar y hablar?

Ellos ganaron.
Lo desconcertante es que a veces creo que “ellos” también he sido yo. Y no estoy seguro de como corregirlo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Elogio a la mentira

Idea original de Micaela Agostini. Asi que todo el credito va para ella (mentira)


"Y es así como sin mentiras no necesitaríamos de la verdad. Pero sin verdades, solo tendríamos la mentira."
Luli Fernandez. Simposio de Filosofia y Crochet, 1998. Perpignan, Francia

"La mentira es poderosa y resiste, la verdad, en cambio es endeble, volátil y tránsfuga.
Si una verdad contuviese aunque sea una partícula de mentira, entonces toda aquella se tiñe de mentira. En cambio por mucha verdad que contamine nuestras mentiras, seguirán siendo mentiras firmes y dignas. "

Jesús Domingo Cavallo, 7mo congreso de ahorro energetico, 1967. San Marcos Ford Sierra, Pcia. de Córdoba, Argentina

Ay, como pasa el tiempo, ay.

Hace unos días atrás estaba quemando hojas del cuaderno donde ahora, salteándome renglones escribo esta entrada, posteriormente digitalizada y demás.

Unos años antes, en este mismo cuaderno, escribía en francés y un poco después Fran garabateaba algo.

Hace apenas unos minutos intenté hacer un omellette o tortilla francesa con espárragos salteados.

Hace un par de años jamás había probado un solo espárrago.

Más o menos cerca de la misma época comencé a leer 62, modelo para armar, de Cortazar. Y todavía no lo termino.
Como a este cuaderno.

Me da por pensar (rara expresión) en la constancia, en la productividad, en el ser prolífico y creativo.
Y después me canso de pensar.
Será q mis pelotas cantan en mi sostenido. (E#)

domingo, 15 de noviembre de 2009

Porque volver a escribir exorciza.

Y finalmente me puse la remera del lado que corresponde. Movi mi tableta grafica nueva para que descanse sobre otra de mis tablas escritorio viejas, y acomodé mi teclado, tambien nuevo, donde mis manos puedan reposar en forma salubre.

Escribir sobre un viaje, sobre las categorias de los barcos, la limpieza de las calles, la lucha moralista de lo que corresponde y lo deseado, las preferencias acerca de los bares y las costumbres de las tribus de Nueva Guinea está muy bien.

Parafraseando, mal, a Roberto Arlt digo que un escritor o un tipo que escribe no ha de perder la costumbre, debe escribir aunque sea una página por dia. No importa acerca de que escriba, el solo hecho de hacerlo es importantisimo para la vitalidad de aquello que se escribe.
Importante es como mantener la limpieza de las orejas o sacudir las sabanas cuando comés sanguches de pan frances en la cama viendo alguna de las series de moda.

Ultimamente, desde que caimno de nuevo por los viejos luegares donde creci, donde viví, donde mentalmente incluso me hubiese gustado estar, recibo una sorpresa. Ahi no estoy más.

Me acuerdo de una profesora de historia que tuve que hablaba acerca de los ciclos de la historia y como, por momentos, la historia puede avanzar como un resorte, es decir atravezando por etapas y ciclos similares pero que realmente no son los mismos.

Y tambien pienso que siempre escribí.
Cuando estaba la profesora, cuando estuve en un avión, cuando me comia un sanguche en la cama, o en Paris o en la cochera de mi abuela.

Extraño (es) viajar, extraño (es) activarme y motivarme con eso. La vida a veces tiene unas mesetas que vistos desde la cultura de la buena onda moderna pareceria que no tiene cabida pensar que la vida a veces es muy aburrida. Y no está super bien, ni es re copada, ni es excitante.

Por eso escribo... porque extraño, porque me es extraño, porque me caliento, porque tengo somnolencia creativa, porque le tengo julepe al bicho que acaba de entrar por mi ventana, que da al sur.

Porque me exorcisa la musica de las teclas que me fuerza a tener un sentido y desarmarlo.

Porque escribiendo recuerdo más, y me encuentro a mi mismo caminando por estos y esos lugares y me encuentro con mi ser más rompehuevos. Y no me reprimo más, me emborracho, le erro a las letras y pienso en si las letras suman al arte o son las imagenes las que llevan a las letras, fotos caminando por barcelona, por buenos aires,, pour les rues de Paris.
Encontrarme en pelotas en una playa y saludando en el mismo sitio a quien me quedo en la puntita de la lengua y el precipicio de la uña, una vez más... algo por decir.

En la misma cabeza, cabezota diria el tio miguel, hablo y juego y fantaseo, y me acompañan. Mis viejos, Yago, Ariel, Nahuel, Nayme, Dario, Lili, Favio, Abu, esperame, Tefi, Paula, Nico, Tata, Gachi, Fede, Julio, Alejandro, Rita, Kas, Tia fran, Tia Pepé, Nanu, Laia, Ana, Gus, Mica, Emilio, Clau, Pau, GianmaBertaSaul, Tito, El gordo Marce, Nachito, primos, más tios, Kevin nos garpo cervezas y Tony, un grosso. Ceci, fly me to the moon, Juan Carlos, angel perdido y la gran puta madre que los etcetera.

Tantas cosas que he perdido cuesta arriba en los caminos, de un lado el corazon del otro lado el olvido.

Por eso mejor me tomo un mate. No está mal... ufff... el esorcismo.
Peace out.

sábado, 4 de abril de 2009

Toda demasía enfada y hastía.

Una verdad. No tan inapelable e ineludible como otras, pero no por eso menos cierta. La cito, ésta vez como un refrán, que si bien no conozco su exacta procedencia, tengo indicios, muy fidedignos, de que proviene de un sabio griego llamado Perogrullus. Pero no es seguro. Y con esto último no me refiero a la procedencia de la frase o a la existencia de tal eminente hombre, si no a la disposición a creer a pie de letra en lo que yo escriba. Repito, no es seguro.

Lo que no deja de tener cierto cariz de verdad, es la condición de griega de la frase inicial. Los griegos creían en el “Hybris” o desmesura. Pensaban que un cierto equilibrio gobernaba el universo, y que no se podía desear más de lo que el justo destino les proporcionaba. Pues el péndulo justiciero del equilibrio los castigaría de alguna forma si así lo hicieren. Ahora bien, En el caso de pasar por grandes estados de escasez y penuria, me figuro que también se consolarían con la misma filosofía pendular cósmica. A decir, que tarde o temprano pasarian a la abundacia… digamos por fuerza de gravedad misma.

De todas formas me pregunto si les funcionaba eficazmente ese sistema tan…. Emmmmm…. Sistemático.

¿Que clase de trámites de la burocracia cósmica habrían de transitar los griegos para al fin cobrar las pensiones por las penurias pasadas?
¿Debían ellos acaso guardar comprobantes y facturas de sus penurias? ¿Recuerdos o Souvenir?

Y también me pregunto si aquellos que causaban daños y maldades (ladrones, asesinos, violadores, cantantes de boleros, y demás griegos dañinos) debían acaso que entregar facturas y pagar monotributo o afiliarse a algún sindicato para dejar constancia de sus actos maléficos.

Porque después de todo, son los inventores de nuestra moderna sociedad civilizada.

No querrían cometer un improperio o una fechoría sin dejar por seguro que se la entendería como tal. En lo particular no me agradaría ser ladrón y que uno de mis actos de hurto sea considerados como… no lo se… La inauguración de un hospital en San Miguel… y que de esa forma quede impreso en la historia de los hombres y los dioses.
Bueno, pues no señor… yo prefiero cuidar mi imagen de ladrón y que mis victimas alguna vez puedan cobrar su pensión al departamento de desmesuras griegas. Para que de esta forma el universo pueda seguir equilibrado.

Ya lo dice el citado título de esta entrada…
Todo en su justa medida y arm… digo… Toda demasía enfada y hastía.

Atte. (Quiere decir atentamente, solo que decirlo más corto hace que no genere tanto hastío leer o escribir esa palabra tan larga que es atentamente)

Sr. Rufino S. Peróngrullo.
Intendente del partido de San Miguel y 3 de Febrero.

jueves, 2 de abril de 2009

Todo tiene un límite.

Esto definitivamente es una verdad. Ineludible, inapelable, incontrastable, insoportable verdad… de Perogrullo.

Los periodos presidenciales, tienen un límite.
Los años tiernos de la juventud, tienen un límite.
Los años duros de la vejez, tienen un límite.
Básicamente todas las cosas que podemos nombrar tienen un límite.

Ciertas personas alegarán, que por supuesto la cualidad de tener un límite es lo que hace a esas cosas nombrables y diferenciables de otras cosas.

Pensemos por ejemplo un idioma en el cual cuando un hablante diga “árbol”, el escuchante no esté seguro si se refirió a una planta adulta o a la axila del ministro de hacienda de Uganda, que cierta frondosidad puede tener, pero no la suficiente para rebatir este genial ejemplo que se me acaba de ocurrir.

De la misma forma, sucede con los siameses, ¿donde empieza Pedrito y donde Juancito?
Cuando sus progenitores o familiares cercanos jueguen a ese juego tan lindo de la pertenencia de ciertas zonas corpóreas... De quien es esta nariz, boca, ojo y demás, está bien claro… pero ¿que sucede con la pancita? ¿Y con la rodilla?

En este caso la ternura paterno filial, ciertamente se convierte en un serio caso de violencia domestica. Que aunque sea verbal solamente, hay palabras que rompen huevos mejor que un martillo hidráulico.

De forma que para cerrar la idea, solo diré que frente a padres así, una idea debe prevalecer con estoica… eeeemmmmeee… estoicidad:

Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera.

Todo tiene un límite, menos los hermanos.
Un saludo desde Barcelona,
Joan Perogrullo.

jueves, 26 de marzo de 2009

Todo cambia constantemente.

Una verdad ineludible, casi diría una verdad de Perogrullo. Pero un Perogrullo ineludible. Y para demostrarlo, voy a cambiarla.

Nada cambia constantemente aunque a veces si cambian, es decir que a veces cambian, algunas cosas. Pero otras no, hasta que en un fatídico juego del destino aquellas cosas que no cambiaban, empezaron a hacerlo y las que lo hacían dejaron de hacerlo.

Claro que cabría preguntarse si en algún momento todo está en el mismo estado sincronizado de cambio, o si todo está en mismo sincronizado estado de…. Ehmmmeee… estado.

Interesante, pero soy partidario del cambio, así que cambio de tema.
Me he percatado de la existencia del sistema educativo.

La gente va a lugares, y a veces paga en esos lugares, para aprender.
Más aún, a veces aprende.

Lo interesante es que a veces aprende cosas distintas de aquellas por las cuales paga (en metálico o en voluntad) para aprender.
Por ejemplo, una persona invierte, su tiempo o dinero, en estudiar física, y termina aprendiendo, que la psicología es la razón de su vivir.

Esto me lleva a otra reflexión fundamental de la cual me siento altamente orgulloso de tener en este mismísimo momento en que mis manos parecen arañitas con mucha cafeína encima.

Contrario del dinero invertido, que suele, si la economía lo permite, retornar y hasta a veces viene con amigos y familia. El tiempo, tiene por mala costumbre, no volver nunca. Por mucho que uno lo invierta, o lo siembre con fertilizante, o lo ponga en remojo. Ni crece, ni se expande, ni sube en bolsa. NADA.

De forma que tomen mi consejo, no inviertan tiempo. Quedenselón todito para ustedes. Es más, ahora entiendo que en verdad la era digital tiene como único objetivo, quitarnos la chance de robarle las agujas al reloj. Con todo esto de los palitos de luz verde que tiene los relojes de ahora… nos quitan la chance de recuperar el tiempo.

Maldita sea… voy a desenchufar el reloj digital que tengo, si el tiempo no es mio, entonces que no sea de nadie. Claro después de que termine de cocinar el pan que tengo en el horno.

Buenas noches,
Atte. Sor Juan del Círculo.

PD (pero en la misma data):
Cuando uno paga con voluntad algo que quiere, nunca le dan el vuelto.