sábado, 4 de abril de 2009

Toda demasía enfada y hastía.

Una verdad. No tan inapelable e ineludible como otras, pero no por eso menos cierta. La cito, ésta vez como un refrán, que si bien no conozco su exacta procedencia, tengo indicios, muy fidedignos, de que proviene de un sabio griego llamado Perogrullus. Pero no es seguro. Y con esto último no me refiero a la procedencia de la frase o a la existencia de tal eminente hombre, si no a la disposición a creer a pie de letra en lo que yo escriba. Repito, no es seguro.

Lo que no deja de tener cierto cariz de verdad, es la condición de griega de la frase inicial. Los griegos creían en el “Hybris” o desmesura. Pensaban que un cierto equilibrio gobernaba el universo, y que no se podía desear más de lo que el justo destino les proporcionaba. Pues el péndulo justiciero del equilibrio los castigaría de alguna forma si así lo hicieren. Ahora bien, En el caso de pasar por grandes estados de escasez y penuria, me figuro que también se consolarían con la misma filosofía pendular cósmica. A decir, que tarde o temprano pasarian a la abundacia… digamos por fuerza de gravedad misma.

De todas formas me pregunto si les funcionaba eficazmente ese sistema tan…. Emmmmm…. Sistemático.

¿Que clase de trámites de la burocracia cósmica habrían de transitar los griegos para al fin cobrar las pensiones por las penurias pasadas?
¿Debían ellos acaso guardar comprobantes y facturas de sus penurias? ¿Recuerdos o Souvenir?

Y también me pregunto si aquellos que causaban daños y maldades (ladrones, asesinos, violadores, cantantes de boleros, y demás griegos dañinos) debían acaso que entregar facturas y pagar monotributo o afiliarse a algún sindicato para dejar constancia de sus actos maléficos.

Porque después de todo, son los inventores de nuestra moderna sociedad civilizada.

No querrían cometer un improperio o una fechoría sin dejar por seguro que se la entendería como tal. En lo particular no me agradaría ser ladrón y que uno de mis actos de hurto sea considerados como… no lo se… La inauguración de un hospital en San Miguel… y que de esa forma quede impreso en la historia de los hombres y los dioses.
Bueno, pues no señor… yo prefiero cuidar mi imagen de ladrón y que mis victimas alguna vez puedan cobrar su pensión al departamento de desmesuras griegas. Para que de esta forma el universo pueda seguir equilibrado.

Ya lo dice el citado título de esta entrada…
Todo en su justa medida y arm… digo… Toda demasía enfada y hastía.

Atte. (Quiere decir atentamente, solo que decirlo más corto hace que no genere tanto hastío leer o escribir esa palabra tan larga que es atentamente)

Sr. Rufino S. Peróngrullo.
Intendente del partido de San Miguel y 3 de Febrero.

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